La Ley Orgánica 1/2025 impone la obligación de intentar un Mecanismo Alternativo de Solución de Conflictos (MASC) antes de acudir a la vía judicial civil o mercantil. En este contexto, la propuesta que se formula dentro del MASC adquiere relevancia decisiva: puede ser una simple invitación a negociar o, en determinados supuestos, una oferta o propuesta vinculante, capaz de generar efectos jurídicos propios si se acepta.
El papel de la propuesta en los MASC
La propuesta es el núcleo operativo de cualquier mecanismo alternativo. Representa el momento en el que una de las partes plantea una solución concreta al conflicto. No es solo una formalidad: es el instrumento que acredita el cumplimiento de la obligación de intentar un acuerdo previo. Por eso, su redacción y naturaleza —vinculante o no— pueden determinar la validez del intento de MASC y, en última instancia, la admisión de la demanda.
Qué es una propuesta vinculante y cuándo se utiliza
Una oferta o propuesta vinculante es aquella que, una vez aceptada por la otra parte, obliga jurídicamente a ambas a cumplir los términos acordados. No se trata de una mera oferta de negociación, sino de un compromiso que puede tener eficacia contractual o precontractual según el marco elegido (mediación, conciliación, negociación asistida, etc.).
Se utiliza, sobre todo, cuando las partes desean dotar de seriedad al proceso precontencioso, reduciendo el margen de incertidumbre. Es habitual en relaciones entre profesionales, arrendadores y comunidades de propietarios, o en litigios de cuantía limitada donde el cumplimiento voluntario es factible.
En cambio, no conviene hacerla vinculante cuando el propósito es solo acreditar la tentativa de acuerdo exigida por la ley. En esos casos, basta con una propuesta no vinculante, que documente el esfuerzo razonable exigido sin comprometer al cliente más allá de la negociación.
Requisitos formales y jurídicos de validez
Una propuesta vinculante debe reunir ciertos requisitos mínimos:
- Claridad en el contenido: debe describir con precisión el objeto del conflicto, las obligaciones que asumiría cada parte y los plazos de cumplimiento.
- Consentimiento informado: la parte que formula la propuesta debe contar con autorización expresa de su cliente, ya que la aceptación generará efectos jurídicos.
- Forma escrita y trazabilidad: debe constar por escrito y quedar debidamente registrada, con evidencia de envío y recepción.
- Referencia al MASC utilizado: debe indicar expresamente el marco procedimental (por ejemplo, “propuesta formulada en el marco del intento de resolución extrajudicial conforme a la Ley Orgánica 1/2025”).
- Condición de vinculación: ha de explicitar si se formula con carácter vinculante y bajo qué condiciones producirá efectos.
Sin estos elementos, la propuesta puede perder validez o generar inseguridad jurídica.
Errores comunes al redactar propuestas vinculantes
Muchos despachos incurren en errores frecuentes que pueden comprometer el proceso:
- Omitir la mención al carácter vinculante, lo que deja la propuesta en un terreno ambiguo.
- No acreditar la comunicación fehaciente, lo que impide demostrar el cumplimiento de la obligación del MASC.
- Redactar cláusulas imprecisas o abiertas, que hacen imposible determinar si hubo o no aceptación efectiva.
- No prever plazos de respuesta o caducidad, generando dudas sobre la vigencia de la oferta.
Estos fallos pueden provocar que el juzgado considere no cumplido el intento de resolución previa o, peor aún, que se interprete que el cliente ha asumido un compromiso más amplio del previsto.
Buenas prácticas y modelos de redacción
Para garantizar seguridad jurídica, es recomendable:
- Usar un formato estandarizado que distinga claramente si la propuesta es vinculante o no.
- Incluir campos de trazabilidad: fecha de emisión, medio de envío, constancia de recepción.
- Incorporar una cláusula que delimite el efecto de la aceptación (“la presente propuesta producirá efectos vinculantes únicamente en caso de aceptación expresa y escrita por la otra parte”).
- Utilizar un tercero neutral que gestione el envío, recepción y acreditación documental del intercambio, evitando sospechas de manipulación o parcialidad.
Contar con un operador especializado en MASC, como www.certidemanda.es que actúe como tercero independiente proporciona autoridad ante el destinatario y garantiza la validez formal y jurídica del intento extrajudicial, evitando incidencias procesales o inadmisiones de demanda.
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