Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica 1/2025, que modifica la Ley de Enjuiciamiento Civil, intentar un Mecanismo Alternativo de Solución de Conflictos (MASC) se ha convertido en un requisito previo a la demanda en la mayoría de los procedimientos civiles y mercantiles.
Esta obligación, aunque sencilla en apariencia, plantea una duda frecuente entre profesionales del derecho y administradores de fincas: ¿en qué casos es realmente obligatorio acreditar un intento de resolución extrajudicial antes de acudir al juzgado?
A continuación, repasamos los supuestos más comunes, las excepciones y los requisitos legales para cumplir con esta nueva exigencia sin riesgos procesales.
Tipos de casos en los que el MASC es obligatorio antes de demandar
La ley impone la necesidad de haber intentado un MASC en todos los procedimientos civiles y mercantiles en los que exista una controversia susceptible de transacción o acuerdo entre las partes.
Esto incluye, entre otros, los siguientes ámbitos habituales:
- Reclamaciones de cantidad entre particulares o empresas.
- Conflictos derivados de contratos (arrendamientos, compraventa, prestación de servicios, etc.).
- Disputas vecinales o entre comunidades de propietarios (por ejemplo, impagos de cuotas o incumplimientos de normas de convivencia).
- Litigios entre socios o administradores en sociedades mercantiles.
- Reclamaciones por defectos en obras o suministros.
En definitiva, la obligación se extiende a cualquier conflicto en el que sea jurídicamente posible llegar a un acuerdo previo.
No importa si el resultado es negativo —lo relevante es acreditar el intento real y diligente de buscar una solución extrajudicial.
Requisitos legales: qué exige la Ley Orgánica 1/2025
El artículo 438.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, tras su reforma, establece que la demanda deberá acompañarse de un certificado o justificante que acredite haber intentado un MASC.
Este intento debe cumplir ciertas condiciones:
- Comunicaciones verificables: debe haberse contactado a la otra parte con trazabilidad y prueba de envío y recepción (o intento razonable).
- Esfuerzo razonable: si no hay respuesta, deben haberse realizado al menos dos intentos de comunicación por vías distintas (por ejemplo, correo electrónico y burofax).
- Intervención neutral: el procedimiento debe gestionarse de forma objetiva, evitando que una de las partes actúe como juez y parte.
- Certificación final: debe existir un documento que deje constancia del proceso y que pueda presentarse ante el juzgado.
Cumplir estos pasos garantiza que la demanda no sea inadmitida por defecto formal.
Por eso, cada vez más despachos optan por delegar este trámite en un tercero neutral, que se encargue de gestionar las comunicaciones, realizar los intentos exigidos y emitir un certificado con plena validez procesal.
Excepciones: cuándo no es necesario el intento de MASC
La propia ley contempla ciertos supuestos en los que no es necesario acreditar un MASC previo, entre ellos:
- Procedimientos urgentes o con medidas cautelares.
- Demandas relativas a derechos indisponibles, como filiación, paternidad, patria potestad o estado civil.
- Casos de maltrato de género o violencia doméstica, dada la especial protección y la urgencia que requieren.
- Casos en los que la ley prevea expresamente otra vía preprocesal, como reclamaciones administrativas previas o conciliaciones laborales.
- Supuestos en los que el demandado sea desconocido o imposible de localizar tras esfuerzos razonables.
- Situaciones de urgencia o violencia.
- Protección de derechos fundamentales, por ejemplo, derecho al honor o intimidad.
- Conflictos con menores en riesgo o medidas urgentes para protegerlos.
- Solicitud de apoyo judicial para personas con discapacidad.
- Reclamaciones para recuperación rápida de la posesión de bienes.
- Peticiones urgentes como demolición de edificios en ruinas por peligro.
- Demanda para cobrar letras de cambio, cheques o pagarés (juicio cambiario).
- Ejecución de sentencias o contratos notariales.
- Medidas cautelares urgentes o diligencias previas para preparar un juicio.
Fuera de estas excepciones, el intento de MASC debe considerarse un trámite obligatorio y estratégico, no solo para evitar una inadmisión, sino también para demostrar buena fe procesal.
Ejemplos prácticos
A continuación se resumen algunos de los supuestos más frecuentes en los que es obligatorio o recomendable intentar un MASC antes de demandar:
| Tipo de conflicto | Ejemplo de aplicación del MASC |
| Reclamación de cuotas impagadas | La comunidad de propietarios intenta una resolución amistosa con el propietario antes de acudir a los tribunales. |
| Incumplimiento contractual entre empresas | La parte afectada ofrece una solución extrajudicial ante el incumplimiento de un suministro o servicio. |
| Conflictos arrendador–arrendatario | Se contacta con la parte contraria para resolver impagos o daños en el inmueble antes de demandar. |
| Divorcios contenciosos | Se exige acreditar el intento de mediación familiar o negociación asistida, salvo en casos de mutuo acuerdo, urgencia, violencia de género o paradero desconocido. |
| Disputas hereditarias | En conflictos sobre particiones, legítimas u otros aspectos sucesorios, se debe intentar una solución amistosa previa. |
| Facturas impagadas entre particulares | Se promueve una negociación o mediación antes de iniciar la vía judicial. |
| Reclamaciones entre consumidores y empresas | Se fomenta la mediación o conciliación previa para resolver el conflicto de forma rápida y económica. |
Esta obligación general busca promover la cultura del acuerdo, reducir la carga de los tribunales y ofrecer vías más ágiles y rentables para resolver conflictos, siempre respetando las excepciones legales.
En resumen, salvo causas justificadas —urgencia, violencia, derechos fundamentales o imposibilidad de localización—, la mayoría de los conflictos civiles, mercantiles y familiares deben intentar primero un MASC antes de acudir a juicio.
En todos estos casos, contar con un tercero profesional e independiente como CertiDEMANDA que gestione el MASC y emita el certificado acreditativo permite ahorrar tiempo, evitar errores formales y reforzar la posición procesal de quien demanda.
Conclusión
Cumplir con el intento de MASC previo ya no es una opción, sino una obligación legal en la mayoría de los procedimientos civiles y mercantiles.
Sin embargo, no se trata solo de enviar una comunicación, sino de hacerlo con la forma y las garantías que exige la ley. Gestionar internamente este trámite puede generar carga administrativa y riesgo de inadmisión si no se acredita correctamente.
Por eso, externalizar esta fase en un tercero neutral especializado en MASC se ha convertido en la alternativa más eficiente para despachos y administradores de fincas: evita errores, aporta trazabilidad jurídica y libera tiempo para centrarse en la estrategia del litigio.
¿Tu despacho necesita acreditar correctamente el intento de MASC antes de demandar?
Externaliza tus MASC con CertiDEMANDA y garantiza el cumplimiento legal sin esfuerzo.