Para muchos administradores de fincas, la nueva Ley Orgánica 1/2025 ha supuesto un nuevo reto: además de gestionar conflictos vecinales y reclamaciones, ahora deben demostrar que han intentado un Mecanismo Alternativo de Solución de Conflictos (MASC) antes de acudir a los tribunales.
Lo que antes era una simple gestión previa al litigio —enviar un requerimiento o una carta de reclamación— ahora se convierte en un paso formal, documentado y obligatorio, con efectos procesales directos.
Cambios clave en el sector de administradores de fincas
Hasta ahora, los administradores actuaban de manera práctica ante los conflictos: recordatorios, avisos o comunicaciones al propietario o inquilino moroso eran parte habitual de su gestión. Con la nueva normativa, sin embargo, esas actuaciones ya no bastan.
La ley exige demostrar que se ha intentado un procedimiento real de resolución extrajudicial, con comunicaciones verificables y un esfuerzo razonable para contactar con la otra parte. De lo contrario, el juzgado podría inadmitir la demanda por no cumplir con el requisito previo del MASC.
Este cambio, además de añadir un trabajo extra no remunerado a la función del administrador, puede alargar los plazos antes de poder presentar una demanda. Por ello, resulta esencial gestionar esta fase con eficiencia, rigor y trazabilidad jurídica.
Casos frecuentes donde el MASC afecta a los administradores
Los conflictos más comunes donde los administradores de fincas deben aplicar el MASC incluyen:
- Impagos de cuotas comunitarias por parte de propietarios o inquilinos.
- Discrepancias entre vecinos por ruidos, obras o uso de zonas comunes.
- Reclamaciones frente a proveedores o contratistas por incumplimiento de servicios.
- Conflictos con aseguradoras de la comunidad por siniestros o indemnizaciones no resueltas.
Los administradores son plenamente conscientes de que acabar en un juicio no es la mejor solución para ninguna de las partes. A menudo, el litigio supone un desgaste de tiempo, dinero y relaciones. Por eso, los MASC ofrecen una vía más racional y práctica, que permite intentar una solución antes de llegar a la demanda, sin renunciar a la seguridad jurídica.
Requisitos documentales y valor de la neutralidad
La ley exige acreditar documentalmente que se ha intentado resolver el conflicto por medios extrajudiciales. Esto incluye conservar:
- Las comunicaciones enviadas a la parte contraria.
- El registro de los intentos de contacto, con fechas y medios utilizados.
- La acreditación de imparcialidad si interviene un tercero neutral.
- Un certificado final del intento de resolución conforme al MASC.
Cumplir con todo ello internamente no solo supone más carga administrativa, sino también un riesgo de error que puede comprometer la validez del proceso. Por este motivo, cada vez más administradores optan por delegar esta fase en un tercero especializado.
Contar con un intermediario neutral como CertiDEMANDA aporta además un beneficio adicional: rompe la dinámica desgastada entre el administrador y el propietario o inquilino. En muchos casos, tras varios recordatorios, los mensajes del propio administrador pierden eficacia. Cuando la comunicación proviene de un tercero independiente, el destinatario percibe que el conflicto ha entrado en una fase más formal y que existe una intención seria de resolverlo.
Esta separación de roles preserva la relación entre administrador y propietario, evita tensiones personales y refuerza la autoridad del procedimiento.
Conclusión
La nueva Ley Orgánica 1/2025 obliga a los administradores de fincas a asumir un papel más estructurado en la gestión de conflictos, con exigencias legales que van más allá de la simple mediación informal. Sin embargo, también abre la puerta a profesionalizar esta fase y gestionarla de forma más ágil y segura, sin añadir carga de trabajo ni comprometer la relación con los propietarios.
Externalice la gestión de sus MASC con un tercero especializado como CertiDEMANDA y garantice el cumplimiento legal, la neutralidad y la eficacia de todas sus reclamaciones, sin alargar plazos ni sobrecargar su equipo.